DO RE MI FA SOL LA SI DO 
Se trata de una familia, una familia de notas que conviven en la misma casa. En una casa alineada y recta en donde además, cada una tiene su función. Unas en pisos más altos, otras en pisos más bajos, pero todas igual de importantes, pues la ausencia de una entorpece el edificio. Pero lo curioso es que no conviven solo ellas, sino también comparten casa con unas pausas, unos silencios que frenan su continuidad. Además estos silencios no las desestabiliza, sino que las hace comenzar con una mayor intensidad. Se preguntan el por qué de este silencio y no se dan cuenta de que las hace crecer en sonido, ahora las notas se oyen más alto, más confiadas.
Aunque una nota sola no diga nada, al final se observa una melodía enriquecedora que las hace brillar. 
Sin embargo, hay algo más curioso en esta forma de vida de las notas. Pues ellas no pueden funcionar solas. Necesitan un inicio. Un inicio que las de una señal de entrada y que las ponga " Barras " para que no se estanquen y sigan un camino lento, pero seguro. Se hace llamar Clave de Sol y su nombre me recuerda a "luz" , a "fuego", a "llama". Es algo que las notas no conocen realmente, pero que sienten como si de una chispa se tratase y que las anima a continuar unidas y juntas.
A veces cuesta ver esa Clave de Sol en nuestras vidas, pero siempre está ahi. Estos ultimos días he sentido como si las notas con las que comparto el pentagrama no se encontrasen del todo unidas. Cada una se ha localizado en el lugar que mas la " ha apetecido" y no se ha dejado llevar por la luz de la que dispone. De esta manera, la melodía no se aprecia. No hay armonía ni continuidad.
Aún me siento optimista. Optimista porque las notas están perdidas, pero gracias a los silencios y a la Clave de Sol van a recuperar su posición, 
Estoy segura.
 
 
